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Beginners: ficción y realidad...maquillada

Con Principiantes me ha ocurrido una cosa curiosa, después de verla y juzgarla (que en eso consiste ser crítico de cine) llegué a la conclusión de que no me la creía, que la historia era inverosímil. Y así lo publiqué (que en eso consiste el papel, en que hay que cerrar con tiempo). Pero hace unos días, preparando el programa de televisión, leí un dato fundamental que no había conocido hasta ese momento: la película estaba basada en la historia real de Mike Mills. Resulta que la cinta que no soy capaz de creerme es una autobiografía. La realidad supera a la ficción y ese treintañero rarito que interpreta Ewan McGregor que trabaja como publicista, habla con su perro y acaba de enterrar a su padre, que salió del armario a los 75 años, después de la muerte de su mujer con la que había estado casado casi medio siglo, es el propio director. Y yo sin creérmelo. 
Y, sin embargo, no me corrijo, no escribo este post para desdecirme, -horror he calificado de inverosímil algo que es real- es más, escribo este post para decir que, después de este dato -fundamental-, juzgo con mayor dureza la película. Si no me he creído una historia que es real es porque no me la han contado bien. Y si en su momento escribí que me parecía raro que Mills confrontara con simplismo una historia de amor compleja y atormentada (la que protagonizan Ewan McGregor y Melanie Laurent) con otra que discurre como una balsa (la de Christopher Plummer con su amante casi post adolescente) hoy lo sigo manteniendo. A Begginers le falta profundidad: quizás el padre de Mills saliera del armario a los 75 años como Plummer poniendo un explícito anuncio de contactos, rodeándose de jóvenes gays a los que conoce en bares y gimnasios y empezando una dichosa relación con un hombre treinta años más joven o quizás no, quizás fue más complejo, seguramente... porque hasta las relaciones más sencillas sobre el papel pueden complicarse.
En algunos momentos, Begginers me chirrió por discursiva, por simplista y por maquillar la realidad. Lo pensé en su momento y lo sigo pensando ahora.

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