A vueltas con la paridad: La boda de mi mejor amiga (II)

"Decíamos ayer..." eso, que cuando leo que una peli es para mujeres normalmente me echo a temblar y con La boda de mi mejor amiga es lo que hice, temblar.

La boda de mi mejor amiga era un producto que tenía que llegar, resultado de una fórmula casi maestra: si una peli ha ganado dinero y otra también, la suma de las dos tiene que dar más. Si SNY fue un taquillazo y Resacón en las Vegas otro, si las cruzamos, la peli resultante de ese matrimonio de conveniencia tendrá que ser un taquillazo al cuadrado. En USA, La boda de mi mejor amiga lo ha sido y creo que en España también lo será. 

La peli es la versión femenina del Resacón o la versión Apatow de Sexo en Nueva York, es lo mismo. Tiene tanto de las dos películas que sería difícil que no funcionara en taquilla. ¿Y a nivel cinematográfico? Reconozco que me reí, que no es tan mala como pensaba y que tiene aciertos evidentes. Y desaciertos también evidentes que vienen precisamente de sus "papás cinematográficos". Y me explico: no aguanto volver a ver en pantalla, con variaciones mínimas, el cuarteto de amigas que se supone que toda mujer tiene que tener: la lerda, la salida, la repipi y la marimacho. No por nada, sino porque ya lo he visto y porque la visión que se da de la mujer me parece simplista, injusta, reductiva y, sí, machista. No soporto -esto ya es una manía personal, volvería a imponer la censura para cortar esas imágenes- ver gente vomitando en la pantalla (y mira que vemos: por nervios, por miedo, por palizas o por alcohol siempre hay alguien que vomita...no me libro) así que casi me salgo de la sala cuando empezaron a mostrarme con todo tipo de detalles los efectos de una indigestión (qué gracioso Apatow), tampoco me hace gracia la competición (muy Apatow, también) de "a ver quién consigue sonrojar a un camionero" (como si a estas alturas, después de toneladas de telebasura, se sonrojara alguien por algo) y, por último, no puedo con que me cuelen como cine para mujeres una peli que trasmite una imagen de la mujer que da risa (o llanto).

Y entonces ¿qué me ha gustado? Algunos gags que, aunque ridiculicen a los personajes, tienen muchísimo ingenio, están perfectamente escritos y mejor interpretados. Y que, a diferencia de SNY, esta película no se quiere erigir como modelo de nada. Me muestra a unas mujeres bastante estúpidas, sí, pero al menos no se le ocurre preguntarme si no quiero ser como ellas y animarme a que me compre unos manolos.

De todas formas, el problema es siempre el mismo. Aunque yo me desahogue en este blog, nada evitará que, dentro de unos días, miles de espectadores acudan a ver La boda de mi mejor amiga... y el 90% serán mujeres. Y, como consecuencia, se seguirá haciendo "cine para mujeres"...