Habemus Papam: La vuelta de don Camilo

Es curioso que esta semana por la peli que más me han preguntado -después de Tintín, claro- haya sido por  Habemus Papam. Me hace gracia que el cartel de un Papa de espaldas (si son menos originales ya les dan un premio seguro aunque reconozco que el resultado es efectivo) provoque más curiosidad que El duque vestido de Matrix o la rubia Kirsten Dunst a punto de casarse. Pero sí, estos temas enganchan.
¿La película? Arranca muy bien. La primera media hora es divertidísima... luego se descubre que la cosa da bien para un mediometraje pero no para un largo y el final es flojo. De todas formas, lo que mas me llamó la atención de esta película es que hubiera sido imposible rodarla en España. Las ideas de Nani Moretti son conocidas por cualquiera que se haya acercado a sus películas o haya leído alguna entrevista. De él se esperaba que aprovechara la historia de un Papa incapaz de afrontar su misión para no dejar títere con cabeza y ametrallar -con celuloide, claro- a una institución por la que no siente simpatía y con la que además puede tener alguna cuenta pendiente. Sin embargo, Habemus Papam, siendo una película crítica con algunas actuaciones de la Iglesia y percibirse que está escrita por un agnóstico, nunca cae en el terreno de la animadversión, del maniqueismo, del "blanconegrismo". Habemus Papam es una película matizada, que habla de personas a las que se mira con distancia -eso está claro- pero también con cierto cariño. Entre los cardenales de Moretti y los curas y monjas de Zambrano en La voz dormida (por poner un ejemplo reciente pero habría cientos) hay un abismo. Me da pena, pero creo que en España nunca seríamos capaces de hacer una película así. No ya solo sobre la Iglesia sino sobre muchos temas... Somos un país con una tendencia fuerte al radicalismo, al prejuicio, al pensamiento único, al ataque visceral de quien no piensa como uno. Pero esto ya no tiene que ver con el cine... 

Volviendo a Habemus Papam... pues eso, que es prima hermana de la literatura de Guareschi, Don Camilo y Peppone... y quien no sepa a qué me refiero que corra a leer las novelitas de Guareschi: como receta de primeros auxilios antiprejuicios funciona.