5 razones para no perderse Jane Eyre

Desde hace un par de semanas cuando alguien me preguntaba por una peli romántica -la frase entera es, "voy al cine ¿hay alguna romántica?"- les animaba a esperar a Jane Eyre. Algunas -porque por el cine romántico preguntan más ellas- no me han hecho caso y han visto Amanecer... y han vuelto con el rabo entre las piernas prometiendo que la próxima vez me harían caso.

Me ha encantado Jane Eyre y eso que no era de las pelis con papeletas para engancharme. Debo ser rara pero, de primeras, me atrae más una peli indie con conflictos pegados al terreno del siglo XXI que un drama romántico de época. No mato por las pelis de época, aunque algunas me parezcan magníficas. Probablemente tenga algo que ver que estudié Periodismo y no Historia.

Y, sin embargo, Jane Eyre me ha convencido por varias razones:

1. Porque Fukunaga respeta al máximo la novela de Charlotte Brontë y demuestra que los clásicos lo son porque el tiempo no pasa por ellos. Los conflictos de Jane Eyre son de rabiosa actualidad: la identidad y autonomía de la mujer, el valor de los principios morales y la conciencia, el ineludible deber de que las relaciones humanas se asienten en la verdad, la grandeza de saber perdonar. 

2. El romanticismo de la película está a años luz de cualquier cursilería y se entiende mucho mejor que el romance pastelero de Crepúsculo. A estas alturas -y llevo cuatro pelis e idem libros- no he llegado a entender porque Bella se enamora de Edward. El romance de Jane Eyre y Mr Rochester se entiende mucho más (y no tiene nada que ver, que veo sonrisitas burlonas, porque entre Robert Pattinson y Michael Fassbender medie un abismo). Bella y Edward se enamoran en el minuto uno y suspiran y se abrazan el resto del tiempo. Jane Eyre y Mr Rochester se conocen, hablan, se retan, se aceptan, se enamoran y sufren (bueno, los vampis también sufren un poco, sobre todo en la última) y se quieren no solo con la epidermis.

3. El juego de Fukunaga con el tiempo me parece todo un acierto: una solución para añadir algo de suspense a una historia que muchos recitaríamos de memoria.

4. Wasikowska está enorme, qué difícil es interpretar algunos momentos de un dramatismo explosivo sin chirriar, qué difícil interpretar a una mujer inteligente, adelantada a su tiempo y al mismo tiempo humilde, apasionada y contenida a la vez.

5. Y si, vale, está Michael Fassbender y, después de verle interpretar películas tan tortuosas como Shame o Un método peligroso, he disfrutado viéndolo encarnarse en un tipo tan misterioso, herido pero, al fin y al cabo, noble como Mr Rochester.