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¿Y ahora dónde vamos? Si las mujeres mandasen...


Reconozco que mi propuesta para este finde no es ni la bien promocionada Luces rojas, ni la bienintencionada pero truculenta de Angelina, ni la probablemente obra maestra -para gente más culta y lista que yo- Fausto. Yo repetiría ¿Y ahora donde vamos? una dramedia con la que me reí en San Sebastián y que no sé por qué motivo ha tardado tanto en estrenarse. Os dejo la critica
Un grupo de mujeres árabes -musulmanas y cristianas-, hartas de llevar luto por los muer­tos de la guerra, se unen para evitar que un nuevo conflicto sacuda a su pueblo. Están dis­puestas a todo para que sus padres, hijos y maridos dejen de enfrentarse.
Nadine Labaki es algo así como una todo­te­rreno. Además de dirigir, escribe los guiones de sus películas y las interpreta. Se define a sí misma como, mujer, cristiana libanesa, cineasta -directora y guionista- y actriz... por ese orden. Empezó su carrera rodando vi­deoclips musicales hasta que Coca Cola la fi­chó para realizar un spot.
En 2007 debutó en el cine dirigiendo Cara­mel, una historia aparentemente bienintencio­nada pero con algunos gramos de crítica so­cial, que transcurría en una peluquería.
En ¿Y ahora, adónde vamos? Labaki carga un poco más la mano en la denuncia de la gue­rra y la violencia, sin dejar por eso su mira­da compasiva hacia sus protagonistas y un agu­do sentido del humor que son la marca de la casa de esta directora libanesa.
En tono de dramedia, y con momentos muy divertidos a pesar de la dureza de la histo­ria, la película habla sobre la necesidad de la tolerancia y el perdón para convivir, del de­sastre de la guerra, del valor de la familia y de la religión cristiana (abordada en algunos pasajes con una cierta ironía que no resul­ta hiriente) y del insustituible papel de la mu­jer para gobernar a los hombres, sobre to­do cuando éstos pierden la cabeza y buscan pe­lea.
La película es fresca, tiene ritmo y es capaz de pasar de la comedia al melodrama y del melodrama al musical sin romperse dema­sia­do. Como ya ocurría en CaramelLabaki tra­baja sobre todo los personajes femeninos, con actrices que interpretan con convicción sus papeles.
La cinta consiguió uno de los premios del Pú­blico en el Festival de San Sebastián y fue pre­seleccionada para el Oscar a la mejor pelícu­la extranjera.

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