Cosas de dos... y no, no es una película aunque quien sabe

Hoy, aprovechando que es festivo, voy a escaparme del cine y a cumplir una promesa, de paso. Me voy a convertir en crítica literaria.

Hace unas semanas Javier Serrano me mandó su libro Cosas de dos y me pidió una crítica sincera "como si fuera una película". Javier Serrano es periodista, dircom de una importante cadena, bilbaíno, maratoniano y sobre todo fuimos "compañeros de pupitre" en la Gaceta Universitaria -en la sección de Madrid- hace tropecientos años cuando, aunque parezca imposible, venían mensajeros a traerte los pressbok de las películas y a los rectores los tenías que llamar a casa para concretar entrevistas o pedirles unas declaraciones. Yo recuerdo el primer cargo de la universidad que tuvo móvil... pero no lo voy a contar aquí porque prefiero no desenterrar aquel episodio. Eran otros tiempos y las noticias no las buscabas en Google, salías a buscarlas... o intentabas provocarlas. Más de una semana, ante las ocho páginas de la sección vacías, nos planteamos quemar alguna facultad... Nunca lo hicimos. Y eso nos honra.

El caso es que si Javier Serrano me pide una crítica constructiva de su libro, qué menos. Él mandó el libro pero yo entremedias terminé el trimestre, me fui de vacaciones, volví, empecé otro trimestre. Javier irrumpía de vez en cuando con tímidos sms "oye que no me has dicho nada" que fueron subiendo de tono: "espero que el libro te haya servido por lo menos para calzar una mesa", decía en el último. No es que no lo hubiera leído, lo hice rápido pero no había tenido tiempo de emitir un juicio (ni ponderado ni no). El otro día le llamé por teléfono y le dije lo que voy a publicar ahora. Que Cosas de dos, es un libro sencillo pero muy divertido. Cuenta el día a día de una pareja (la de Javier y su novia, que ahora es su mujer) en el tono mitad payaso, mitad en serio en el que él suele escribir (porque no estamos ante una opera prima, creo que este es su séptimo libro). Hay capítulos desternillantes como en el que relata cómo conoció a su suegro (luego me confirmó la veracidad del episodio) o en el que disecciona la diferente manera de afrontar hombres y mujeres el "me arreglo para una boda". No es una tesis doctoral, ni una novela psicológica (aunque hay mucha psicología y contemplación del comportamiento humano entre chiste y chiste) es un libro para leer en el autobús, mientras esperas la cola del banco o se calienta la comida en el microondas.

Solo un pero, el libro anterior Papá, el niño es tuyo es superior. Es más divertido, más completo y tiene una mayor carga de crítica que Cosas de dos. Cuando un director novel dirige su segunda película peor que la primera es sospechoso... Los críticos, que tenemos mucha facilidad para la sentencia rápida podemos concluir que su carrera está acabada (aunque quizás nunca dijimos que estaba empezada). 

Como el autor me pidió sinceridad, se lo dije y... como es de Bilbao tenía respuesta: Cosas de dos, aunque se haya editado después es, en realidad, anterior a Papá, el niño es tuyo y forman parte de lo que, probablemente, será una trilogía. Así que, todavia le queda carrete a este escritor. Os recomiendo las dos novelas. Son libros anticrisis. Disfrutadlos mientras llega el tercero. 
Hasta aquí mi aventura como crítica literaria y quién sabe, a lo mejor vemos la trilogía en la pantalla grande, en plan saga Harry Potter. Lo que le faltaba a uno de Bilbao.