Ir al contenido principal

¿Qué hago con este blog?

Tengo ganas de ti: Ojalá me equivoque pero la película del verano


Reconozco que miro la taquilla española como otros la prima de riesgo, con la misma mezcla de temor y esperanza y reconozco también que estoy deseando que las pelis españolas funcionen... siempre y cuando la cantidad de euros se corresponda con la calidad del cine. Si Dios no lo remedia (que no creo porque no es muy amigo de meterse donde no le llaman) esta peli será la peli del verano y reventará las taquillas. Ojalá me equivoque. Quiero que las taquillas se revienten pero preferiría que lo hiciera Spiderman... Ahí dejo la crítica publicada en www.filasiete.com

Desgraciadamente el éxito en taquilla de Tres metros sobre el cielo hacía inevitable que se continuaran llevando al cine las archileídas novelas de Federico Moccia.
Ahora le toca el turno a Tengo ganas de ti que repite paso por paso las características que llevaron al éxito a su predecesora: caras conocidas (o lo que es lo mismo, actores televisivos), toneladas de sentimentalismo epidérmico y bastante sexo.
El argumento es lo de menos: Babi ha dejado a Hache que, para ahogar las penas, se echa en los brazos de Gin, una desinhibida fotógrafa, pero en el fondo Hache sigue enamorado de Babi, que está a punto de casarse con un novio formalito.
Es muy difícil juzgar desde el punto cinematográfico una película que en ningún momento tiene ninguna pretensión al margen de ganar dinero. La producción es buena sí, y en este episodio se incluyen algunas canciones que interpreta con decencia Clara Lago pero fuera de esto es difícil encontrar algo más. Para colmo, la historia obliga a Mario Casas (con limitaciones evidentes como actor que puede disimular cuando está bien dirigido: ahí está Grupo 7) a interpretar unas escenas dramáticas que harán llorar de vergüenza ajena al espectador (y si no, esperen a la escena del hospital).
De todas formas, romperá la taquilla y tendremos Hache y Babi para rato. Por cierto, a las madres de adolescentes locas por ver esta "preciosa historia de amor" (se lo he oído a más de una) les animo a ir a verla con sus hijas. Así comprueban en primera persona hasta qué punto puede engañar la promoción de una cinta. Y de paso, a la salida, contrastar que hay cosas que es mejor no hacer -drogada o no- en un cuarto de baño.

Comentarios